La izquierdista Claudia Sheinbaum hizo historia al ser electa el domingo como la primera presidenta de México con una abrumadora ventaja, y tendrá el enorme desafío de contener la violencia del narcotráfico y de género que mata a unas 30.000 personas al año.
Sheinbaum obtuvo entre 58% y 60% de los votos, unos 32 puntos por encima de su rival de centroderecha Xóchitl Gálvez, según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE). La opositora registró entre 26% y 28% de los votos.
«No les voy a fallar», dijo Sheinbaum, de 61 años, sonriente, emocionada y vestida con una blusa con bordados indígenas.
«No llego sola. Llegamos todas, con nuestras heroínas que nos dieron patria, con nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas», añadió en un hotel de la capital, mientras sus seguidores la arengaban al grito de «¡Presidenta!» y le pedían fotos.