El Gobierno de Joe Biden ha retomado la herencia del expresidente Donald Trump sobre las «deportaciones exprés», que permiten sacar a los inmigrantes del país sin haber tenido la oportunidad de presentar su caso ante una corte de inmigración.
Esta semana, el presidente Biden reafirmó el discurso que su vicepresidenta, Kamala Harris, dio hace seis semanas en Guatemala, al expresar que los inmigrantes irregulares no deberían llegar a la frontera sur en busca de asilo.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) confirmó que va a someter a las deportaciones rápidas a algunos inmigrantes que traten de ingresar al país sin documentos legales y llevando niños.
Añadido a esto, el Gobierno sigue poniendo en práctica otra vieja política implementada bajo el mandato de Trump, la cual permite expulsar rápidamente a los extranjeros escudándose en la pandemia de la COVID-19. «A partir de hoy [26 de julio], ciertas unidades familiares que no pueden ser expulsadas bajo el Título 42 serán colocadas en procedimientos de deportación acelerados. La remoción acelerada proporciona un procedimiento legal para remover a aquellas unidades familiares que no tienen una base bajo la ley de Estados Unidos», publicó el DHS.
«La administración Biden anunció planes sacados del guion de TrumpMiller para acelerar las deportaciones. Niños y familias se enfrentarán a deportaciones rápidas conocidas como “deportaciones exprés”, lo que permite que quienes buscan asilo sean deportados sin haberse presentado ante un juez [de inmigración]. Esto es inaceptable. Esto es lo opuesto al sistema humano de inmigración que prometió la administración Biden», reaccionó Families Belong Together, organización que defiende los derechos de los inmigrantes.