El expresidente de Bolivia, Evo Morales, llegó este jueves a Buenos Aires, proveniente de Cuba, y se quedará en Argentina donde tendrá la condición de refugiado, dijo el nuevo canciller del país sudamericano, Felipe Solá.
Morales “aterrizó recién en Ezeiza. Viene para quedarse en la Argentina, porque entra en condición de asilado y después pasará a tener la de refugiado”, declaró al canal de noticias TN.
La semana pasada Morales salió hacia Cuba en un “viaje temporal”. “Precisamos que el día de hoy (viernes) el Sr. Morales viajó por la mañana rumbo a Cuba. Según nos informó, se trata de un viaje temporal. Por el momento esa es la información disponible”, escribió en Twitter un funcionario del gobierno mexicano.
Tampoco precisaron si Morales viajó acompañado de sus colaboradores Álvaro García Linera, exvicepresidente, y Gabriela Montaño, exministra de Salud, con quienes llegó a México el mes pasado.
Desde esa semana el diario español El País y otros medios mexicanos aseguraron que la salida rumbo a Cuba era la antesala de un viaje subsiguiente al país suramericano para asistir a la toma de posesión de Alberto Fernández, que es uno de sus aliados en la región.
A finales de noviembre, el expresidente boliviano dijo que había sido invitado por Fernández a su toma de posesión. “Todavía no me he decidido (…) agradezco esta gran invitación que es un acto de solidaridad”, dijo entonces.
Morales llegó a México luego de renunciar a la presidencia de Bolivia presionado por las Fuerzas Armadas y en medio de una crisis política y social tras unos comicios en los que Morales buscaba un cuarto mandato pero que fueron tachados de fraudulentos por una misión de la OEA.
La partida del exmandatario ocurre el mismo día en que su exministro de Economía, Luis Arce Catacora, dejó Bolivia para exiliarse en México, según informó en una carta difundida en medios del país sudamericano.
La violencia desatada por las protestas tras la salida de Morales y por la proclamación de la actual presidenta interina, Jeanine Áñez, provocó la muerte de 29 personas, según datos oficiales. No obstante, organismos independientes elevan esa cifra a 34, coincidente con los registros de la prensa local.