Kamala Harris y Donald Trump emprenden este viernes una carrera final de diez semanas rumbo a las presidenciales del cinco de noviembre, con la demócrata subiendo tras un discurso con el que aceptó la nominación del Partido Demócrata.
A menos de tres semanas de un esperado debate entre la vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano, y a solo un mes de que comience la votación anticipada, los sondeos muestran que la batalla por la Casa Blanca está reñida.
Pero Dan Kanninen, uno de los encargados de la campaña de Harris, advirtió en un evento de Bloomberg al margen de la cumbre partidista que la carrera «no ha cambiado en lo fundamental» y sigue «muy, muy ajustada».
«Tenemos un enorme entusiasmo, creo que el impulso está de nuestro lado, pero ahora hay que hacer algo con él y atraer al electorado de manera efectiva», dijo.